Deberías agendar una consulta si presentás síntomas como dolor al orinar, sangre en la orina, infecciones urinarias frecuentes, problemas para orinar (chorro débil o interrumpido), dolor testicular o pélvico, disfunción eréctil, cambios en el deseo sexual o antecedentes familiares de enfermedades urológicas.
Sí. Aunque se asocia más con la salud masculina, la Urología también trata condiciones como infecciones urinarias recurrentes, incontinencia urinaria, cistitis intersticial y otras afecciones del tracto urinario femenino.
El o la especialista indicará qué estudios se requieren, según tus síntomas. En algunos casos se puede solicitar un examen de orina, ecografía, flujometría, análisis de sangre o PSA (en hombres).
La urología aborda principalmente problemas quirúrgicos y estructurales del sistema urinario, mientras que la nefrología se enfoca en enfermedades médicas del riñón, como insuficiencia renal o alteraciones metabólicas.
Sí. Existen múltiples tratamientos, desde cambios en el estilo de vida y medicamentos orales hasta intervenciones más avanzadas. Es importante hacer una evaluación integral de cada caso.
